Por Josué G. Kusanagi
Después de cinco años de ausencia,
Metallica nos deleita con una entrega que a varios nos tenía algo esépticos acerca de que fuese a ser buena, debido a lo poco aprobada que fue la aneterior (y la que muchos consideran como la peor).
Teniendo un bajista nuevo (Robert Trujillo) tras el abandono definitivo de Jason Newsted, el bajista que llegó al grupo para reemplazar a uno de los mejores que haya podido haber existido, me refiero a Clifford Burton, el grupo tuvo un giro nuevo, ya que, en voz del mismo James Hetfield: "En cinco años que Robert lleva con nosotros, ha aportado más cosas que en las que Jason pudo haber hecho en los más de quince años que estuvo a nuestro lado, y, no es por menospreciarlo, pero Robert parece tener un mayor compromiso con el grupo".
El disco consta de 10 temas, totalmente inovadores, y hacen que Metallica golpee un poco el género del "speed metal", debido a los rápidos solos que Kirk Hammet y James Hetfield ejecutan.
En general, cuenta con buen material, aunque dejó algo más que desear, pero, en comparación a St. Anger, se nota un cambio. Y, como el mismo Lars Ulrich dijo, sin St. Anger, Metallica no sería lo que ahora es.
De entre las canciones que están, se incluye un épico The Unforgiven III, que a varios nostálgicos nos encantó, y un instrumental, Suicide and redemption, tal vez, uno de los instrumentales más largos que hayan hecho.
Personalmente, este disco le dio un renovado aspecto a Metallica, ya que "regresaron a sus orígenes" al contar con un bajista un poco más agresivo que Jason.
Por Solennon!
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